Futuro

Un día le dije a un compañero que no entendía por qué el gobierno recortaba su inversión en I+D. Y me respondió que no era el momento de invertir en eso, que había que pagar las deudas, que no se puede gastar más de lo que uno gana. ¿Te suena el discurso?

Pero si nos ponemos a pensar, la inversión en investigación y desarrollo es vital para el desarrollo de métodos y procedimientos que nos lleve un poco más allá. Medicina, Farmacia, Locomoción, Espacio, Biología, Energía, Materiales, Combustión, Informática. En una simple palabra: Futuro.

La inteligencia, sin imaginación, no sirve para nada. No sirve tener los conocimientos si no los llevas a la práctica. No sirven los datos si no se hace nada con ellos. No sirve de nada tener gente preparada y dispuesta a cambiar el mundo si no le dan la oportunidad de ello.

Yo le pregunté a mi compañero qué opinaba, si invertir en las deudas contraídas con su banco o en el futuro de sus hijos. ¿Pagaría la universidad de sus hijos aunque tuviera que pagar un crédito? Se me quedó mirando con cara de tonto. Lógico.

Un ejemplo aún más sencillo es el siguiente: si tuvieras hijos, una familia, y tuvieras que elegir entre darle de comer a tus hijos o pagar la hipoteca, ¿qué elegirías? Aun sabiendo que dentro de unos meses el banco llegaría y te embargaría la casa y te desahuciaría a ti junto a tu familia, ¿qué elegirías? ¿De qué sirve tener una casa llena de muertos de hambre? Pues eso, y nada más que eso, es lo que está haciendo este gobierno. Hipotecar nuestro futuro y el futuro de nuestros hijos. Pagar unas deudas ficticias con unos bancos extranjeros mientras recorta en educación, medicina, políticas sociales e investigación. Cercena nuestro futuro. En unos pocos años, seremos un país perfectamente saneado y lleno de muertos de hambre. Papá Estado nos deja morir de hambre mientras paga la hipoteca de un piso que nunca llegaremos a disfrutar.

España es rica en científicos, investigadores y emprendedores. Está llena de gente con ideas para cambiar el mundo y con ganas de hacerlo. El problema es siempre el mismo: ¿cómo y por dónde empezar? El sistema está planteado para que siempre lleguemos al mismo obstáculo y a la misma solución: el dinero. Pero no hay dinero para nada, solo para los bancos, esos grandes enfermos crónicos que se alimentan del mismo vómito que ellos han producido, mientras que los investigadores, los médicos, las enfermeras, los científicos y los jóvenes ven su futuro abocado al fracaso y a la languidez. 

El día de mañana tendremos un bonito país tercermundista, donde todas las personas con ideas habrán abandonado este país bananero donde la corrupción está a la orden del día y la mediocridad es premiada mientras la excelencia es despreciada y marginada. Tener ideas, conocimientos, datos, valores y ganas no sirve de nada si alguien no cree en nosotros ni apuesta por nosotros. El futuro de este país cada día está más lejos de este país.