Noches de espiral

Este poema lo escribí con 19 años, tras leer una novela que trataba de este tema. No sé si es muy real o no, solo hablo de la sensación que me dejó. Se aceptan críticas constructivas.



Noches de espiral


Hoy es una de esas noches
En que no puedo dormir.
Sé que viene una visita,
Mi cuerpo lo puede sentir.
Suena el picaporte de la puerta
Como anuncio de su llegada.
Yo no muevo un solo músculo
Mientras se acerca a mi cama.
Se sienta y me susurra
Palabras ininteligibles al oído
Mientras mi mente se aleja
De mi cuerpo podrido.
Entonces él empieza
A acariciarme el cuello,
Pero lo que él llama caricias
Me hiere como el acero.
Y cuando llega su mano
Y se mete entre mis piernas,
Es cuando se esconde el cordero
Y se revela la fiera.
Mi cuerpo, casi inerte,
Siempre se deja hacer,
Porque hace ya muchos años
Que aprendió a ceder.
Luego se marcha del cuarto
Sin decir ni una palabra,
Dejándome sola y sucia
Tendida sobre la cama.
Y mientras mi mente vuela
Y se aleja del desastre
Mi cuerpo sólo quiere morir
Y librarse por fin de mi padre.
Noto cómo me mira
Cuando se queda con hambre.
Luego viene a saciarse
Con mi sexo y con mi sangre.
Y a mi no me quedan
Lágrimas que llorar.
Hace tanto las gasté
Que no lo puedo recordar.
Ha destrozado mi vida
Convirtiéndola en un lamento.
Mi cuerpo madura por fuera
Pero no lo hace por dentro.
Y mientras me miento a mí misma
Y giro en esta espiral,
Vendrá, noche tras noche,
A visitarme el animal.
S.C.D.

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