Años de espiral
Escribí Noches de Espiral con
19 años, tras leer una novela que trataba de este tema. Al poco de publicarlo, conocí a una chica que había sufrido esta situación, y me dijo que me había quedado en la superficie, en lo que se ve en las noticias, en lo que se cuenta. Que no hablaba de la culpa, el asco, el aislamiento. Ello me hizo reflexionar y darle una vuelta a todo, informarme un poco más. Tampoco sé si esto que he escrito hace apenas justicia a los sentimientos de una persona que haya sufrido abusos y/o agresiones sexuales.
A ella va dedicado este poema.
A ella va dedicado este poema.
Años de espiral
Te despiertas en mitad de la
noche
Con el corazón acelerado
Cubierta de frío y sudor
Temiendo escuchar ruidos del
pasado,
Sintiéndote confusa y
revuelta,
Conteniendo la respiración,
Deseando que todo haya sido
un mal sueño,
Tratando de desaparecer bajo
el colchón.
De pronto sientes presión en
la boca
Y su respiración entre tu
pelo
Y te haces sangre en la palma
de las manos
De apretar tanto los dedos.
Con el sonido de un cerrojo
Tu cuerpo se pone a temblar,
Tus ojos se llenan de
lágrimas,
Tu garganta desea gritar.
Pero no sale sonido alguno,
Solo recuerdos retorcidos,
Piensas que los demás te
rechazarán,
Que te lo tenías merecido.
Así que callas, nunca hablas
de ello,
Y rehúyes las miradas,
Y rápidamente cambias de tema
Hablando siempre en voz muy
baja.
Te sientes siempre culpable
Siempre sucia, siempre
manchada,
Siempre incompleta, siempre
rota,
Siempre defectuosa, siempre
estropeada.
Tan sólo quieres escapar
De ese cuerpo que ya no es el
tuyo,
De ese cuerpo que alguien
marcó
Para hacerlo siempre suyo.
Te mancharon el placer más
humano;
La culpa y el asco que
sientes por ti
Te impiden olvidar aquellas
manos,
Aquel arañazo en el alma,
aquel sufrir.
S.C.D.
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