¿El trabajo?

Apenas llevo trabajando cuatro años de mi vida, parte de ellos como becario o en prácticas. Quizás es pretencioso hablar de algo en lo que no llevo mucho tiempo metido, quizás cometa fallos o diga verdades parciales,  pero aún así quiero hablar de algo con lo que nunca me he sentido cómodo.


Ahí vamos: el trabajo. ¿Qué es el trabajo? Podríamos definirlo en este contexto como la ocupación que ejerce habitualmente una persona a cambio de un salario. De un salario, señores, nada de no remunerado. Si ejerces una ocupación no remunerada, entonces no es un trabajo. Llámelo colaboración, entretenimiento, aprendizaje... pero no es trabajo.

Los seres humanos somos inútiles y lo único que podemos producir es trabajo. Nosotros podemos entregar nuestra iniciativa, nuestra creatividad, nuestra ilusión, nuestro esfuerzo, nuestras ideas, nuestro tiempo, nuestra dedicación, nuestros sueños... porque es lo único que podemos ofrecer. Y tenemos que vivir de ello, tenemos que vivir de algo inútil. Porque el trabajo no genera riqueza si no hay alguien que mienta, engañe, convenza y venda nuestro trabajo. Hace falta alguien que transforme algo inútil en algo que, creemos, vale la pena. 


Aún así, es lo único que tenemos, lo único que podemos ofrecer. El trabajo bien hecho debería estar bien valorado. Debería estar bien reconocido, bien remunerado y bien visto. Pero no, no lo está. Al menos, mi experiencia en este país me demuestra lo contrario. El trabajo, ya sea bueno o sea malo, solo se ve como un medio para conseguir un fin. Y cuando vivimos en un sistema capitalista, hay que reducir el coste de todos los medios al máximo y obtener el mayor beneficio de ello. El trabajo solo es una herramienta, un número, un ente desechable... Los mercaderes de este país no valoran que detrás de todo trabajo hay una persona. Una persona que pone su empeño, su tiempo, su cuerpo, su alma. Da todo lo que tiene, lo único que tiene. Pero es tratado como basura, como ganado, como piezas de repuesto.

No solo el trabajo no está bien valorado. Lo peor de todo es que es despreciado. Cada día oigo que tenemos que trabajar más horas y cobrar menos salario a cambio. ¿Acaso somos escoria? ¿Acaso mi trabajo no es bueno? ¿O el tuyo? Me hablan de productividad y demás zarandajas y yo digo... ¿y el valor de las personas? ¿Acaso las personas no se merecen respeto? ¿Acaso nuestros abuelos no se merecen trabajar menos y cobrar más? ¿Por qué en países como Francia o Alemania se trabaja 35 horas semanales y tienen unos salarios cerca del doble de los nuestros? ¿Por qué tenemos que trabajar más y cobrar menos cuando en Europa, ese gran referente, se hace justo lo contrario?


Cuando desprecian tu trabajo, te desprecian a ti. Cuando no valoran tu trabajo, no te valoran a ti. Y esas son verdades como puños. Las personas solo somos valiosas cuando somos unos esclavos muy obedientes que solo aspiran al pan de cada día. ¿Es eso lo que nos enseña el capitalismo? Ya puestos, que trabajen las máquinas. A ver de dónde sacarían riqueza los capitalistas, porque las máquinas no gastan. Las máquinas solo consumen recursos. Los seres humanos consumen, pero también gastan. Buscan satisfacer unas necesidades mínimas que nos han robado y nos venden a precio de oro. Una cama. Un pedazo de pan. Un sueño para esta noche. Un buen día para mañana.

Todo son productos en esta era. Todos somos productos en esta era. Sin tu trabajo, no eres nada. Y, a pesar de tu trabajo, no vales nada.


Comentarios

  1. Muy de acuerdo en todo salvo en lo de "Si ejerces una ocupación no remunerada, entonces no es un trabajo. Llámelo colaboración, entretenimiento, aprendizaje... pero no es trabajo."
    No te preocupes, que ya lo hacen... yo de lo mío no he trabajado nunca: estaba aprendiendo, de prácticas. ;)

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  2. Bueno, es que creo que están pervirtiendo el lenguaje y a cualquier cosa le llaman ahora "trabajar"... habría que ver lo que opinan nuestros abuelos sobre eso!

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