Cristo nunca lo hizo
Pues sí. Cristo nunca lo hizo. Nunca llegó a cumplir 34 años. Murió, según recoge el Evangelio, a la edad de 33 años. Así que podría decirse que he superado en algo al hijo de Dios.
Cristo tampoco hizo un montón de cosas. Nunca tuvo que ir a un hospital a visitar a un familiar al que acababan de operar. Nunca acompañó a su madre a sesiones de quimioterapia. Nunca tuvo que sufrir la separación de sus padres. Nunca tuvo que sacarse una carrera. Nunca tuvo que preparar un curriculum vitae. Nunca tuvo que apuntarse al paro. Nunca tuvo que hacerse un máster. Nunca tuvo que discutir por el arbitraje de un partido de fútbol. Nunca jugó en un equipo de balonmano. Nunca tuvo que buscar piso para alquilar. Nunca se sacó una oposición. Nunca tuvo que aguantar a un cuñado pesado que le diera la brasa sobre política y economía. Nunca tuvo que preocuparse por la huella de carbono o la capa de ozono. Nunca viajó fuera de su país. Nunca aprendió otra lengua. Nunca se compró un coche. Nunca lo dejó con una chica. Nunca se hizo una cresta. Nunca llevó deportivas. Nunca invirtió en bolsa. Nunca condujo en coche con las ventanillas bajadas y la melena al viento. Nunca fue a un concierto de rock. Nunca tuvo que ver cómo se pervertía su figura y su mensaje a lo largo de la historia.
Así que podría decirse que superando en algo al hijo de Dios. Pero el hijo de Dios sigue superándome en otras cosas. ¡A por otro año más!
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