Todos los días son 8 de marzo.

A todas vosotras, mujeres, hembras, féminas, damas, señoras, señoritas, doncellas, jóvenes, muchachas, mozas, chicas, esposas, compañeras, madres, hijas, nietas, sobrinas, primas, alumnas, estudiantes, trabajadoras, obreras, jornaleras, productoras, luchadoras, guerreras, batalladoras, combatientes, contendientes, lidiadoras, gladiadoras, enérgicas, emprendedoras, guardianas, centinelas, custodias, profesoras, tutoras, románticas, imaginativas, visionarias, inquietas, utópicas, fantásticas, idealistas, autoras, publicistas, escritoras, novelistas, narradoras, poetas, dramaturgas, ensayistas, biógrafas, redactoras, periodistas, articulistas, guionistas, cocineras, limpiadoras, ingenieras, inventoras, especialistas, técnicas, profesionales, amantes, enamoradas, risueñas, sonrientes, jocosas, jubilosas, optimistas, graciosas, festivas, bromistas, vivarachas... nunca perdáis vuestra sonrisa.

A todas vosotras, mujeres, insultadas, mortificadas, ultrajadas, denigradas, deshonradas, doblegadas, abochornadas, burladas, dominadas, oprimidas, afligidas, apenadas, agobiadas, encadenadas, humilladas, abrumadas, esclavas, perseguidas, quebrantadas, violentadas, infringidas, vulneradas, atropelladas, quebradas, transgredidas, forzadas, deshonradas, mancilladas... nunca perdáis vuestro espíritu de lucha, porque nunca podrán robaros lo que os hace mujeres.

Fundadoras. Diosas. Creadoras. Iniciadoras de vida. Sin vosotras, la vida no sería posible. Sin vosotras, nosotros no seríamos posibles. Sin vosotras, nada sería posible.

PD: He recordado un breve cuento que leí una vez, sobre una persona que terminó con las guerras para siempre, al asesinar a 42 Papás Noel. Una pequeña fábula sobre lo que podría ser. Podéis leerlo aquí.