Ecosistemas

No estoy seguro de si he hablado de este tema antes en este blog. Estoy seguro de haber hablado de ello con muchas personas, pero no estoy seguro de haber escrito alguna vez sobre ello.

Ecosistemas. Según la definición de la RAE, un ecosistema es una "Comunidad de los seres vivos cuyos procesos vitales se relacionan entre sí y se desarrollan en función de los factores físicos de un mismo ambiente."

Creo que a esta definición se le escapa una cosa muy importante, y es que es una comunidad en equilibrio, o que tiende al equilibrio. Igual que los cuerpos tienen masa y tienden a mantener su estado de reposo o movimiento (es decir, a mantenerse en equilibrio estable), los ecosistemas tienden del mismo modo a encontrar el equilibrio entre sus componentes.

Los ecosistemas pueden ser más o menos extensos, a nivel microscópico, local o global. El planeta Tierra es un enorme ecosistema lleno de miles de millones de pequeños ecosistemas. A fin de cuentas, el cuerpo humano también se comporta como un ecosistema. Y el ser humano se relaciona con todos los ecosistemas de su ambiente.

Ahora bien, el ser humano ha escapado del control de cualquier ecosistema. Cuando una especie empieza a predominar por encima de los demás, el ecosistema intenta volver al equilibrio natural atacando a dicha especie: aparición de un nuevo depredador, aparición de nuevas enfermedades, éxodo, extinción... Pero el ser humano, dotado de la mayor de las ventajas que la naturaleza le dio a un ser vivo para sobrevivir (el ingenio), ha convertido esa herramienta en un arma que utiliza para erradicar toda aquella amenaza que amague con intentar desbancarle de la cúspide, no ya de la cadena alimenticia, sino de la cadena del consumo.

El ser humano se ha convertido en un consumidor voraz de los recursos naturales, explotando tierras para el cultivo que nunca habían estado destinadas a ello, alimentándose de especies designadas para alimentar a otros animales, alterando ecosistemas naturales introduciendo especies invasoras, devorando los recursos del mar, extendiéndose sin control y cometiendo una y mil veces los mismos errores. No hay depredador natural que pueda protegerse de las trampas del hombre. No hay enfermedad natural que pueda superar a la medicina más avanzada del hombre. Tal vez el VIH o el cáncer, pero no a la velocidad suficiente para reponer el equilibrio del planeta.

Depredadores, enfermedades... éxodo. El siguiente paso son las estrellas. Destruiremos todos los ecosistemas de nuestro Sistema Solar en un afán de explotar los recursos, crecer, multiplicarnos y sentirnos dueños del universo.

Estamos fuera de control del equilibrio natural. A la naturaleza solo le queda una alternativa. Y todos sabemos cuál es.